05 febrero 2013

Harta

Harta de estar siempre igual por vuestra culpa, de sentirme culpable, de llorar, de que me arrastréis constantemente a cosas que no tengo que ver. De llegar feliz a casa y según voy hablando con vosotros mi estado de ánimo va decayendo hasta el punto de no aguantar más. De no poder pasar ni dos días seguidos sin ir arrastrándome a todas partes porque me chupáis la energía. De que me gritéis cosas que no entiendo. De que me culpéis por cosas sin sentido y no me agradezcais ni los buenos días. De que se me queden los gritos en la garganta y me duela como si mil agujas se me clavaran a la vez produciendome este infinito dolor sordo. De que no me queden ganas de nada al finalizar el día y no tenga ganas de empezar el siguiente.
Harta de no saber por qué llevo todo esto encima. De no ser capaz de pedir ayuda. De preocupar a quienes me quieren y no ser capaz de explicarles por qué rompo a llorar sin ningún motivo aparente. De no ser capaz de explicarme. De haberme encerrado. De ser una maldita adolescente con demasiados problemas para su edad. De no poder comportarme como una adolescente de 17 años normal y corriente.
Harta de todo. De vosotros. De mí misma, ante todo.