Hoy me he levantado con ganas de ti.

Hoy al levantarme me han asaltado recuerdos de la última vez que estuvimos juntos. Un cúmulo de sensaciones y emociones que han hecho que me quedara en la cama sin poder levantarme.
Una felicidad tan grande como la que siento ahora mismo no es real... Son unas ganas locas de reír, bailar, saltar, siempre con una sonrisa inmensa en la cara que nadie me puede arrebatar; ganas de besarte y abrazarte, que nunca me sueltes y ver pasar el tiempo a tu lado...
Me haces tan feliz...
No tengo palabras.
Solo deseo estar entre tus brazos, que me hagas reir, besarte y oír que dices "te quiero".

Te amo.

"Aunque me cueste decirlo te estoy dejando de querer... Porque te amo."

En un primer instante me asombro, lo releo: sí, lo pone, pone te amo; después, sonrío, como una auténtica tonta; un tercer instante y me asusto. Me asusto de lo que significan esas dos palabras, solo dos palabras pueden hacer sentir una torbellino de emociones en tan solo una milésima de segundo.

Me asusto, ese es una gran expresión de sentimientos, es decir, esas dos palabras implican es estar enamorado de la persona a la que se las dices, ergo, significa la necesidad de verla, hablarle; la necesidad de estar con ella. Por otro lado esta amar, que es un puente entre dos personas, es lo más bonito que dos personas pueden tener.

No sé si será amar, querer, o estar enamorado cuando miras a esa persona y en él ves diez razones para sonreir por cada 9 para no hacerlo, cuando estás entre sus brazos y le oyes decir te quiero, cuando sonries tontamente, sin querer, al acordarte del primer beso que os disteis. No sé qué será lo que siento cuando me llama tontica, niña pequeña o simplemente cuando dice mi nombre...

tt.

Y se dio la vuelta
dejandola sola y en silencio.
Siguió su camino feliz y contento
porque no sangraba la herida,
porque de pie seguía ella.

Mas no es herida de las que sangran
la que su corazón sufría,
era herida de amor,
la que la consumía.

Y poco a poco
su sonrisa se apagaba,
poco a poco
en la oscuridad se sumía.

Al fin decidió con su agonía acabar:
con la mirada perdida
la última lágrima cayó,
y diciendo así adiós
dio un paso al frente
y la oscuridad la consumió.

Te quedas a cuadros.

... Crees conocer a una persona, y derrepente es como si todos lo momentos junto a ella no sirvieran de nada, como si a penas la conocieras, y te intentas convencer de que es todo una equivocación, intentas engañarte a tí mismo para no sufrir. Inevitable. Te dices a tí mismo que todo tiene una explicación, preguntas, haces conjeturas, pero cada vez todo tiene menos sentido, y llegas a tal punto que ya no soportas la realidad y te enfadas, conesa persona, contigo mismo, con el mundo en general.
Pensabas que las cosas van de una manera, que otra de esas personas en las que confiarías tu vida harían lo mismo por tí, que confian en tí, sin secretos. Es increible, inaceptable, la manera en la que la puta realidad cae a todo tu alrededor, sin pararse a ver a quien se lleva por delante, sin importarle que tú te derrumbas. Y tan solo un par de palabras pueden contigo y no te quedan más fuerzas para seguir, no te queda más que llorar y deshaogarte, solo, porque nadie puede ayudarte, un abrazo, +¿qué te pasa? -Nada, cosas mías... +¿qué te pasa? - Nada, joder, al proximo que me lo pregunte le suelto un mamporro.
Cada vez flipo más, tal vez no es culpa de los demas, si no mía, a lo mejor soy yo, quizás no se puede confiar en mí, yo creía que sí, quizás he hecho algo tan malo como para que se me trate así, quizás no se me trate de ninguna manera y solo es una paranoia mia. Paranoica me han dicho, puede, pero los paranoicos son los que se hacen una pequeña idea de lo que está pasando. No soy tonta, ¿sabeis? Me doy cuenta perfectamente de quien miente cuando esta conmigo, de que hablais de mí cuando pensais que no me doy cuenta, de las miradas llenas de desprecio y asco, pero, ¿de verdad os he hecho tanto mal? ¿De verdad soy tan mala persona? Yo creo que no, es más, al contrario, estoy harta de fingir cuando perfectamente sé que me mienten, tener que callarme tantas veces por los demás, por el bien común...