24 febrero 2017

Cuando el cuerpo grita.

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Y todo se para en un segundo: un leve roce y los pies bailan, las manos revolotean, los ojos se cierran y dan paso a otros sentidos. Corazón desbocado y respiración contenida. Algo da un vuelco, el corazón, el estómago, las mariposas, qué más da.
Todo grita, y cuando el cuerpo grita es difícil no hacerle caso, y doloroso retenerlo; hay que dejarlo fluir y salir a bailar.