Esos momentos que sabes que jamás olvidarás, que marcan un antes y un después: la primera vez que te fijas en alguien, una sonrisa, un simple abrazo que esconde mil cosas por decir, y cuando empiezas a decirlas; la primera vez que te enamoras, cuando acaba, y más tarde te vuelves a enamorar, pero es diferente, es de verdad. No sabes cómo ni por qué, pero lo sientes, cuando abres los ojos cada mañana, cuando se te acelera el corazón en un 'tenía ganas de verte', cuando un beso te devuelve todo lo que te faltaba y estabas esperando; lo sientes en las puntas de los dedos, en la piel al tacto de una caricia, en una mirada que dice todo lo que no se puede expresar de otra manera, en la sonrisa de 'daría lo que fuera por ti' y la de 'te voy a comer', y cuando no puedes dormir porque todo huele a esa persona y sabes que no vas a dormir nunca tan bien como cuando le sientes a tu lado, abres los ojos a media noche y ahí está. Lo sientes a cada momento.
Puede sonar a locura, pero ¿qué es el amor si no? Perder la cordura al creer que vas a explotar porque no sabes expresarlo, o al hacer el amor y que se escape en un susurro; volverse loco esperando ese tren que parece que nunca llega, pero lo hace, lo hace y pasas a volverte loco de alegría, o de tristeza, si lo ves marchar. Pero es un delicioso tormento.
Puede sonar a locura, pero ¿qué es el amor si no? Perder la cordura al creer que vas a explotar porque no sabes expresarlo, o al hacer el amor y que se escape en un susurro; volverse loco esperando ese tren que parece que nunca llega, pero lo hace, lo hace y pasas a volverte loco de alegría, o de tristeza, si lo ves marchar. Pero es un delicioso tormento.
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