No vengo a prometer ni a jurar eternidades ni cuentos vacíos,
vengo con hechos y actos que sé que puedo conseguir, cosas que puedo (y que voy
a) hacer. Y a avisarte de algunas cosas.
Por ejemplo,
que no quiero que me digas, me prometas y me jures mil
cosas, si no que demuestres lo que sientes. No quiero
que nos veamos todos los días, si no que cada uno tenga sus cosas, haga lo que
quiera y al final del día tengamos qué contarnos. Y tal vez un día tras
varios sin vernos me digas de tomar algo porque no aguantas más sin darme
un beso, y que no haga falta que me digas eso porque sabes que en cuanto me
veas y me beses, lo voy a saber.
Que tengas tu vida, que hagas tus cosas, tus
amigos, tus viajes y tus movidas. Que salgamos de fiesta por separado, que
salgas con tus amigos, que te emborraches y quieras tontear con otras chicas,
pero que al final de la noche me busques para terminar juntos, o me mandes
mensajes a las tantas porque te has acordado de mí entre risa y risa o
volviendo a casa solo en taxi, queriendo que al llegar a casa te esté esperando.
Y que me lo cuentes todo al día siguiente de resaca tomando algo
tranquilamente. Pero tambien, que cuando salgamos juntos, te lo pases tan bien como con
ellos, que hagamos demasiadas tonterías de las que nos podamos reír al día siguiente.
Quiero que estemos una tarde tomándonos algo con
amigos, nos pongamos ojitos, nos demos un par de besos, y que no aguantes más
sin meterme mano y me lleves a un rincón disimulando mal las ganas que nos
tenemos. Que nos riamos mientras lo hacemos intentando cualquier cosa nueva en
cualquier sitio nuevo, tal vez porque no tenga sentido o porque no consigo
mantenerme en silencio y nos pueden escuchar. Y que no te dé miedo, porque sabes que yo tendré las mismas ganas que tú y no tardaré en
seguirte el juego.
Que hagamos mil planes aunque luego no salgan, pero que
tengamos esas ganas y no nos cansemos nunca. Quiero ser esa amiga con la que
sabes que puedes contar siempre para hablar de lo que sea, para hacer lo que
sea; que te seguiría hasta a la mayor locura que se te ocurra y que te dará
alas para conseguirla, o te frenará para que no te estrelles. Y que dejes de
quererme para volver a enamorarte de mí una y otra vez.
Por mi parte, no voy a dejar de decirte que te quiero, aunque
ambos sepamos que sobran las palabras. Y
voy a tener días malos en los que no quiera saber nada de nadie, en los que no
entiendas que me enfade y te gruña, o días en los que no quiera verte, en los
que quiera salir sola a hacer mis cosas; días en los que tenga dudas, o no sepa
lo que quiero en la vida. Pero que se me pase y me llene de seguridad porque al final del día hayas encontrado un
hueco por el que colarte para recordarme que estás ahí sin importar qué locura se haya apoderado de mí y desaparezca la tormenta que tenga dentro.
Tampoco voy a dejar de imaginar y querer mil cosas contigo, porque no sé hacerlo de otra manera, te guste o no.
Esto es lo que hay.
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